La prueba de estanqueidad es un sistema sencillo y eficaz que nos permite detectar la existencia de filtraciones en pozos, tuberías y canalizaciones mediante presión con aire o con agua. En la redes de saneamiento se realiza siguiendo las indicaciones recogidas en la Norma UNE-EN1610: Instalación y pruebas de acometidas y redes de saneamiento
En realidad se trata de un proceso bastante sencillo y rápido que nos permite certificar que una tubería es estanca, sin hacer ningún tipo de obra.
¿Cómo se realiza la prueba de estanqueidad?
Cómo ya hemos indicado, los procesos para realizar una prueba de estanqueidad se recogen en la Norma UNE-EN1610, por lo que es un proceso totalmente definido, sin posibilidad de realizar variaciones que pongan en peligro su correcta ejecución.
Según esta norma, las pruebas pueden realizarse con agua (Método “W”), o con aire (Método “L”). El Método con aire “L” es el método recomendado por la normativa por ser más riguroso. En el supuesto de que la prueba con aire resultase fallida, se procede a realizar la prueba con el método de agua, y el resultado obtenido en esta prueba será el resultado válido.
La duración de la prueba de estanqueidad en cualquiera de los dos métodos se indica en las tablas incluidas en la norma, y viene determinado por el diámetro de la tubería, el material y el método elegido.
Prueba estanqueidad con aire (Método L)
Comenzamos obturando el tramo de tubería a inspeccionar y se introduce el fluido (aire). Se debe iniciar el proceso con una presión inicial (p0) del 10% superior a la requerida por el ensayo, y debe ser mantenida durante 5 minutos aproximadamente. A continuación, la presión deberá ajustarse a la de la prueba, indicada en la tabla, de acuerdo con el método de prueba elegido. Si la caída de presión, medida después del tiempo de prueba, es menor que el Δp dado en la tabla 1, el ensayo es aceptable.
Prueba estanqueidad con agua (Método W)
La prueba de estanqueidad con agua es mucho más compleja y su duración es bastante superior a la de aire.
Comenzamos colocando tapones neumáticos en los pozos de registro y en las arquetas de inspección e introducir una presión interior en los mismos entre 5 y 7 bar. Llenamos la tubería de agua a través del pozo de registro y controlamos que las dos columnas de agua, una en cada tapón, tienen una presión máxima de 500 mbar (5 mca) en el pozo inferior y una presión mínima de 100 mbar en el pozo superior.
Si el nivel de cada una de estas columnas agua desciende a 10 mbar (0.1 mca) tenemos que volver a introducir agua y verificamos que la cantidad de agua introducida durante los 30 minutos de la prueba, está dentro de los límites definidos en la norma.
¿En qué casos es necesaria una prueba de estanqueidad?
Las pruebas de estanqueidad no son obligatorias en nuestro país, sin embargo cada vez es más habitual que las empresas constructoras las soliciten para verificar el correcto estado de instalación de la red de saneamiento, antes de la entrega definitiva de la obra.
La prueba de estanqueidad se debe realizar antes del cerrado de la zanja y en caso de que la prueba no resulte satisfactoria, así podremos acceder a reparar la red de saneamiento fácilmente y sin costes añadidos.
Por eso, son cada vez más las personas que solicitan este servicio a nivel particular, en chalet individuales, casas de campo, etc. que están en construcción. Solucionar posibles incidencias en las tuberías del alcantarillado antes de proceder a su soterramiento, es sin duda, mucho más económico que realizar una reparación a posteriori.